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domingo, 27 de noviembre de 2016

TRADICIONES GASTRONÓMICAS. EL "GUISO DE LAS BODAS DE CAMACHO" DE ALCÁZAR DE SAN JUAN


Cada año a finales del mes de noviembre, la localidad ciudadrealeña de Alcázar de San Juan, el "Corazón de La Mancha", viene celebrando desde hace más de una década una importante fiesta gastronómica basada en el pasaje del Quijote en el que se narran las Bodas del rico Camacho y la bella Quiteria.

Una iniciativa turística bien consolidada que edición tras edición sigue congregando a un numeroso público que acude hasta la localidad manchega para disfrutar de su exquisita gastronomía. En estas jornadas el plato estrella es el tradicional guiso que decenas de establecimientos preparan basándose en lo que narra la universal novela de Miguel de Cervantes en el capítulo XX de la segunda parte:

"Lo primero que se le ofreció a la vista de Sancho fue, espetado en un asador de un olmo entero, un entero novillo; y en el fuego donde se había de asar ardía un mediano monte de leña, y seis ollas que alrededor de la hoguera estaban no se habían hecho en la común turquesa de las demás ollas, porque eran seis medias tinajas, que cada una cabía un rastro de carne: así embebían y encerraban en sí carneros enteros, sin echarse de ver, como si fueran palominos; las liebres ya sin pellejo y las gallinas sin pluma que estaban colgadas por los árboles para sepultarlas en las ollas no tenían número; los pájaros y caza de diversos géneros eran infinitos, colgados de los árboles para que el aire los enfriase.

Contó Sancho más de sesenta zaques de más de a dos arrobas cada uno, y todos llenos, según después pareció, de generosos vinos; así había rimeros de pan blanquísimo como los suele haber de montones de trigo en las eras; los quesos, puestos como ladrillos enrejadosXII, formaban una muralla, y dos calderas de aceite mayores que las de un tinte servían de freír cosas de masa, que con dos valientes palas las sacaban fritas y las zabullían en otra caldera de preparada miel que allí junto estaba.

Los cocineros y cocineras pasaban de cincuenta, todos limpios, todos diligentes y todos contentos. En el dilatado vientre del novillo estaban doce tiernos y pequeños lechones que, cosidos por encima, servían de darle sabor y enternecerle. Las especias de diversas suertes no parecía haberlas comprado por libras, sino por arrobas, y todas estaban de manifiesto en una grande arca. Finalmente, el aparato de la boda era rústico, pero tan abundante, que podía sustentar a un ejército.



Todo lo miraba Sancho Panza, y todo lo contemplaba y de todo se aficionaba. Primero le cautivaron y rindieron el deseo las ollas, de quien él tomara de bonísima gana un mediano puchero; luego le aficionaron la voluntad los zaques, y últimamente las frutas de sartén, si es que se podían llamar sartenes las tan orondas calderas; y así, sin poderlo sufrir ni ser en su mano hacer otra cosa, se llegó a uno de los solícitos cocineros, y con corteses y hambrientas razones le rogó le dejase mojar un mendrugo de pan en una de aquellas ollas. A lo que el cocinero respondió:

—Hermano, este día no es de aquellos sobre quien tiene juridición la hambre, merced al rico Camacho. Apeaos y mirad si hay por ahí un cucharón, y espumad una gallina o dos, y buen provecho os hagan.


—No veo ninguno —respondió Sancho.



—Esperad —dijo el cocinero—. ¡Pecador de mí, y qué melindroso y para poco debéis de ser!"


Los platos que componen el menú de estas conocidas jornadas gastronómicas de Alcázar de San Juan (este año en su XII edición) incluyen queso manchego, lomo de orza, chorizo, el tradicional "guiso de bodas" a base de albóndigas y carne de gallina en salsa, y en los postres la deliciosa bizcochá manchega y los mantecados manchegos acompañados por la típica mistela. Sin duda, un verdadero festín que recupera tradiciones manchegas, en este caso la tradición culinaria tan rica y variada de esta Región y Comarca, al mismo tiempo que promociona la Tierra del Quijote en el "Corazón de La Mancha".

Y por supuesto nadie se puede ir de Alcázar de San Juan sin visitar su rico patrimonio distribuido en un amplio abanico de museos, iglesias, conventos, y lugares cervantinos que dan fama a este lugar, como también lo hacen las interesantes tradiciones que se suceden a lo largo del año, como son su Carnaval declarado de Interés Turístico Regional, único por la fecha en que se celebra -finales de diciembre-, o las Fiestas de Moros y Cristianos en junio.

*Fuente consultada para incluir el fragmento de Don Quijote de La Mancha: Centro Virtual Cervantes-Instituto Cervantes. www.cvc.cervantes.es


Molinos de Alcázar de San Juan
*Todos los textos, así como las fotografías y archivos de vídeo, son propiedad del autor.

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